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¿Quiénes somos?

Religiosos Camilos

SAN CAMILO DE LELIS

Nace en Italia en 1550. Tras una juventud disipada, a los 25 años rectifica su vida y decide hacerse religioso. Una llaga lo conduce al Hospital de los incurables de Roma y allí descubre su vocación definitiva: permanecer al servicio de los enfermos. Madurado por la experiencia del dolor, “asiste a los enfermos y enseña a los demás el modo de servirles”. Desde entonces un único amor va llenando su corazón: los enfermos.

Los buscan por todas partes, los limpia, los cura, les da comida y vestido, calor y consuelo. Les ayuda a bien morir. Su ejemplo arrastra a otros. Funda la Orden de los Servidores de los Enfermos (Camilos) escogiendo la cruz roja como signo de todo sufrimiento humano y de amorosa entrega.

Todos los religiosos comparten el mismo carisma: atender a los más vulnerables.
Recorre muchas veces Italia, para fundar casas, visitar hospitales, socorrer en tiempo de peste y cólera.

Camilo se justificó siempre con las palabras que el crucifijo le dijo en un momento de desánimo: “No temas, cobarde. Prosigue la obra, porque esta es obra mía y no tuya”. Desde este momento nada lo detiene.

UNA INTUICIÓN

Funda una compañía de hombres piadosos y de bien que, no por dinero, sino voluntariamente y por amor a Dios, sirvieran a los enfermos con aquel amor y cariño de madre hacia su hijo único enfermo.

Elabora las reglas para servir con esmero y toda perfección a los enfermos.
Crea un modo original de contemplar a Dios. Lee el evangelio según la perspectiva de San mateo: “cuando hicieron a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mi me lo hicieron” (Mt.25,40)
Fascina a muchos jóvenes y su experiencia y mística conquistan a muchos corazones.

Camilo muere el 14 de Julio de 1614 después de cuarenta años al servicio de los enfermos a quienes servía y llamaba “mis amos y señores”. Es proclamado Santo el 29 de junio de 1746; en 1886, el Papa León XIII lo proclama patrono de todos los hospitales del mundo y de todos los enfermos; en 1930, El Papa Pio Xi lo propone a todos los cuidadores de la salud como modelo de amor caritativo.

En su espiritualidad se inspira también numerosas congregaciones religiosas femeninas y la Familia Camiliana Laica. Muchos más están listos para seguirlo

Hermanos y sacerdotes para el cuidado de los enfermos.
La intuición más original de Camilo De Lelis fue la necesidad de un cuidado integral a la persona enferma: unidad de espíritu, mente y cuerpo. Por eso, quiso que sus religiosos se prepararan desde un punto de vista teológico y profesional.

Camilo quiso en su orden la presencia de Religiosos hermanos y Sacerdotes, en condición de igualdad. Ahora los Hermanos se dedican de preferencia a servicios de asistencia directa corporal, como médicos, enfermeros, trabajadores sociales; los Sacerdotes ofrecen el servicio pastoral.

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